Son los presupuestos (las posibilidades) fijados y generalizados de prestación motriz de un sujeto, estando determinados principalmente por los procesos de control y regulación de la actividad motora (Meinel y Schnabel, 1987).
Las capacidades coordinativas son determinadas por las funciones parciales que sirven de base para el proceso coordinativo (percepción y elaboración de informaciones, programación y anticipación, comparación de los parámetros ideales y reales del movimiento, impulsos eferentes).
Las capacidades físicas coordinativas según BLUME citado por LOPEZ DELGADO se clasifican en:
Capacidad de Combinación y Acoplamiento: es aquella que permite unir habilidades motrices automatizadas y también se encarga de la coordinación segmentaría de los miembros superiores e inferiores. Se expresa en la interacción de parámetros espaciales, temporales y dinámicos del movimiento. Los métodos para desarrollarla son el encadenamiento gradual, parcial o total entre dos habilidades con acento en algunos componentes; los ejercicios de coordinación segmentaria entre miembros superiores o inferiores, en forma sucesiva, alternada, simultánea con movimientos simétricos, el desarrollo progresivo de la lateralidad, explotando movimientos asimétricos. Algunos ejemplos podrían ser: cualquier recorrido con combinación de habilidades (correr, saltar y girar. Correr saltar y lanzar. Lanzar, aplaudir y tomar el elemento en el aire).
Capacidad de Orientación Temporo - Espacial: es aquella que permite modificar el movimiento y la posición del cuerpo en el tiempo y espacio, con referencia a un campo de acción definido o un objeto móvil.
El acento principal recae en el movimiento del cuerpo en su totalidad y no en sus partes, respecto a un objeto inmóvil o en movimiento y respecto a su propio eje principal. La percepción de la posición y movimiento en el espacio y de la acción motora para cambiar la posición del cuerpo, debe entenderse como una unidad, o sea, como la capacidad para controlar el movimiento del cuerpo orientado. Los ejemplos que se podrían aplicar son: desplazarse a distintos ritmos, en distintas direcciones y con variadas posiciones del cuerpo, saltar aumentando las distancias y la profundidad, correr por espacios no comunes, entre otros.
Capacidad de Diferenciación: es la capacidad de lograr una alta exactitud y economía (COORDINACION FINA) de movimiento de cualquier parte del cuerpo y de las fases mecánicas del movimiento total. Permite ejecutar de forma finamente diferenciada los parámetros dinámicos, temporales o espaciales del movimiento sobre la base de percepciones detalladas del tiempo, el espacio y la fuerza.
La capacidad de diferenciación también comprende a la destreza, entendida esta, como la capacidad para llevar a cabo una coordinación fina de movimientos de cabeza, pies y manos; y a la capacidad de distensión muscular (relajación) que conduce a una regulación consciente del tono muscular. Estos son algunos ejemplos: desplazarse en tripedia, juegos de puntería, dribling con ambas manos, alternadas y simultáneas en distintas direcciones.
Capacidad de Equilibrio Estático-Dinámico: es la capacidad de mantener el cuerpo en posición de equilibrio (equilibrio estático), de mantenerlo equilibrado durante la ejecución de acciones de movimiento (equilibrio dinámico), o de recuperar este estado después de la ejecución de las mismas (reequilibración), es determinante en el caso de desplazamientos acrobáticos y/o perturbaciones o variaciones imprevistas de los apoyos. Algunos ejemplos podrían ser: cambios de posición, mantenerse en punta de pies y cambiar de posición, caminar, saltar, realizar apoyos sobre la viga baja, entre otros.
Capacidad de Reacción Motriz: permite reaccionar a estímulos como respuesta a una señal, con acciones motrices adecuadas; las reacciones pueden dividirse en:
·
SIMPLES: todas las respuestas del organismo, a una señal imprevista ya conocida, en forma de un movimiento claramente definido previamente. Los estímulos pueden ser señales ópticas, acústicas, táctiles o cenestésicas.
·
COMPLEJAS: son todas las respuestas del organismo, en forma de acción motriz no predeterminada, a una señal no claramente conocida. La reacción compleja se basa en gran medida en la capacidad de anticipo y depende notablemente de los conocimientos y la experiencia. Un ejemplo de esta capacidad podría ser: de espaldas o de frente a la dirección de la carrera, según sea conveniente, el ejecutante sale corriendo al escuchar una señal, puede combinarse el estimulo con señales acústicas (silbato), visuales (lanzamiento de una pelota) o táctiles (toque de un compañero).
La Capacidad de Transformación Del Movimiento: capacidad de adaptar y transformar el programa de acción en base a los cambios de las situaciones imprevistas. Está estrechamente ligada a las capacidades de reacción y de orientación basadas en la percepción y la anticipación, los métodos para su desarrollo son aquellos en los que se crea situaciones de juego las cuales requieren improvisados cambios de acción (fintas), la realización de recorridos con fuertes variaciones ambientales, etc.
La Capacidad de Ritmización: capacidad de registrar y reproducir motrizmente un ritmo dado exteriormente y la capacidad de realizar en un movimiento propio el ritmo “interiorizado”, el ritmo de un movimiento existente en la propia imaginación. Forma parte de esta capacidad el saber adaptarse a un ritmo establecido o imprevistamente cambiado. Es determinante en el aprendizaje de cualquier tipo de movimiento y de desarrollo táctico de situaciones en las cuales se proveen variaciones de frecuencia de movimiento. Algunos ejemplos son: desplazamientos con variaciones de ritmo (individual y grupal), responder coordinadamente a ritmos musicales.
La
clasificación ofrecida por Ruiz Aguilera para las capacidades físicas es compartida en gran medida por Micovi, sin embargo este autor aumenta una nueva tendencia a esta taxonomía a la cual denomina como “Capacidades de movilidad o flexibilidad”[1].
[1] CORREA Viloria, Milton. Texto Guía. Teoría y Metodología
del
Entrenamiento
Deportivo
General. Escuela Nacional del Deporte. Santiago de Cali. 2005. P. 62
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